jueves, 24 de noviembre de 2016

PRESENTE CONTINUO

Venimos de un pasado imperfecto
lleno de amores antónimos
con los que no fuimos capaces
de ser complemento directo.
Estaban compuestos por proposiciones
subordinadas al fracaso
y conjunciones que,
lejos de ser nexo de algo,
eran solamente planetarias.
Ahora llegas tú y me conjugas el presente
nada más que con la primera del plural.
Ahora, nuestros besos tienen rima consonante
Y construimos frases exclamativas
bajo las sábanas.
Ahora ya no hay inviernos,
porque los abrazos son indefinidos
y la vida ya no es un adverbio de tiempo.
Es ahora, y siempre ahora
que quiero hacerme diptongo contigo
para encontrar el éxtasis eterno
en el mismo golpe de voz.

                                Alicia Fdez.


martes, 15 de noviembre de 2016

EL AMOR ES ETERNO MIENTRAS DURA

Si entre dos nace el amor
la eternidad es el sueño
que guardan en su interior
sin imaginar lo negro
que se esconde allá a lo lejos
entre los pliegues del tiempo.

Y en una tarde de otoño
ella confeso sus miedos:
Si me miran tus pupilas
nunca cesan de contarme
algunas nuevas mentiras.

Sin pudor a traicionarte
van desnudando verdades
van arrojando al abismo
los resquicios de deidades
que hace tiempo fueron sismos
que abrían carne en partes.
Removiendo los cimientos
de una locura temprana
que encerraba el universo.





Los ojos, ciegos los ojos
por el polvo hipnotizante
de huellas de labios rojos
en cartas de dos amantes.
Polvo que se torna barro
al toparse con las lágrimas
por las que el dolor respira
Y así comienza lo malo.


No me mires a los ojos
que tus pupilas no saben
cómo ocultarme los odios
cuando quieres engañarme.



                           Alicia Fdez.
¡Ten cuidado, viento!
No me toques,
porque él se llevó mi piel
pegada en sus manos
cosida en sus labios
¡Cuidado, viento!
que la carne viva escuece.

                     Alicia Fdez
ENTRE LÍNEAS
No seré feliz pero tengo chocolate. Enciendo la tele y veo modelos espectaculares con tops ajustados a curvas perfectas. Vaqueros que reposan sobre vientres extraplanos dibujados con tiralíneas. Sonríen continuamente. Parecen felices. 
Me empiezo a deprimir y corro desesperadamente a la cocina. Abro un cajón y saco un trozo de chocolate. Lo tomo con desasosiego, pero, cuando se deshace en mi boca, siento un placer infinito. Vuelvo al salón. Presionó elbotón "off" del mando y cojo una novela de la estantería. Me meto en la cama formando un improvisado atril con mis piernas. Son tersas y bonitas. Me siento sexy. Enseguida me adentro en la historia que leo y siento que la felicidad no está en las monótonas líneas del cuerpo, sino entre las fascinantes líneas de un libro. Entonces entiendo que también es intermitente.

(Microrrelato seleccionado por la editorial "Diversidad literaria" para el concurso "No seré feliz pero...")

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Microcuento
CARICIAS

Esa manía tuya de abrigarme con caricias ha debilitado mi sistema inmunológico.
Ahora que estás lejos me muero de frío. Enfermo y no hallo vacuna que cure mis huesos helados. Los médicos alertan de que el frío puede llegar al corazón. Lo que sería letal.
Lo que ellos no saben es que guardo alguna que otra caricia recién soñada esta mañana. Aun así, no tardes. Que los sueños no abrigan igual.
                       

                                                                       Alicia Fdez.
LOS RECUERDOS

Los recuerdos andan siempre por ahí.
Agazapados, dormidos, casi muertos.
Debajo de las cicatrices o macerando en las heridas
o flotando en los días azules con olor a jazmín.
Pero, de todos modos, anestesiados por el paso del tiempo.
Un día quedan atrapados en un lugar, en un rostro
o en un papel.
Hasta que algo baladí los aviva y reaparecen ante nosotros
con toda su fuerza, soliviantando el cuerpo y el espíritu.
Removiendo la tierra de la que se nutren para, después,
oxigenados, volver a descansar  más serenos,
más cordiales, más sanos, más bellos…


                                    @ Alicia_FdezMtne
LAZOS ENVENENADOS

Hoy hace un día, un mes
o un año que te abandoné.
Me vestí de firmeza
blindé mi corazón y mis sentidos
y te dije adiós.

Hubiera salido a buscarte a veces.
para poder olerte, aspirarte,
saborearte, palparte…
y caer después desecha en los brazos de la culpa
arrepentida de buscar el veneno de tu ausencia
Y morir un poco más cada día,
ahogada y malherida.
Dejando crecer a la muerte en mis huesos
y terminar con las entrañas carcomidas,
para, asfixiada y moribunda, volver a desearte.

Rechazo una y otra vez los cantos de sirena
que provienen de los vapores de tu esencia.
Pero aún vive en mí el temor de sucumbir
a tu insistencia un día.
Sin embargo el tiempo es mi aliado
y me hace fuerte.
Solo quiero resistirme a ti.


Que hoy sea un día
de los muchos que están por venir sin ti porque
ya apagué el fuego que te alimentaba,
ya quedaron huérfanas las cenizas
de este amor envenenado.
Ya corté  la cadena que me ataba a ti.
Y creí con todas mis fuerzas
 que eras el último
Y que no me encontrarías cuando
la fragilidad acunara en sus brazos mi voluntad
e hipnotizara  el tesón y la constancia
haciéndolos  suyos.
Hoy hace un día, un mes o un año
que empecé a dejarte
a no fumarte maldito cigarro embaucador.
Ahora solo me queda olvidarte.


                                      Alicia Fernández



SEPTIEMBRE

Septiembre va deshaciendo los días
como la llama consume la cerilla.
Va tejiendo las noches con hilos
negros de melancolía.
Septiembre irrumpe como un seísmo.
Llega después del bullicio,
de la vida con sonido a  niños
jugando en la plazuela,
de la vida con olor a hierbabuena
y a campos de oro peinados
por el hierro de  rulos tragantes.

Cuando llega septiembre  me sacudo
el yodo y la sal de los talones.
Vuelvo a poner en hora el reloj.
Archivo las conversaciones de madrugada
para cuando el hielo congele tus labios.
Embotello rayos de sol,  me los bebo
a sorbos pequeños los días grises
y  los descorcho contigo en el ascensor
o en la escalera.
Me aguanto las ganas de hablarle a la Luna
con la brisa por testigo.



Cuelgo el olor a jazmín en el armario
para que no huela a cerrado.
Guardo el azul del cielo en un cajón.
Con él me visto los días marrones,
esos en los que  la vida la toma conmigo
y me espera detrás de  una esquina
con cuchillas entre los dientes
Descargo el canto del grillo en
el último cigarro del día
y mojo en el café  rápido de la mañana
el vibrante tarareo de la chicharra.

Es septiembre, machete que corta,
que rompe, que separa, que divide…
Septiembre embarulla la calma con la nostalgia.
Me trae tu recuerdo.
Fue en septiembre
cuando  la vida comenzó a hacerte las maletas.
Cayeron todas las hojas de golpe.
Quedaron desarropados  los árboles
 y mi existencia.
No hubo tregua, ni abrigo, ni consuelo.
Se heló la vida en septiembre.





En septiembre, el marzo de  Buenos Aires,
llega el orden desordenándolo todo.
Colisionan sentimientos, y recuerdos, y dolores
y  pasiones, y pesares, y piedades,  y ternuras…
Desde el suelo, comienzo a recoger los pedazos.
Aún me queda tiempo para recomponer
los sentires hasta el próximo septiembre.

                               Alicia Fernández

                        @Alicia_FdezMtne