miércoles, 25 de noviembre de 2015






Este microrrelato está editado en papel por Ediciones de letras en la antología "I Concurso internacional de microcuentos"


A SU MERCED


Después de la negación, la ira y la depresión ha llegado la aceptación. Se apaga. 
Son las cuatro de la tarde. La morfina atenúa el dolor y provoca confusión alterando su pensamiento. Pero, no habla. No dice nada. Ya no. Solo espera caer desde el borde del precipicio para que todo acabe. Sus ojos cenicientos intentan posarse en él, que está sentado en el filo de la cama y la sujeta la mano. Anhela suavizar el desamparo cruel que provoca la soledad frente a la que alguien se encuentra ante la muerte inminente. De repente, sus dedos se aflojan. Un quejido seco y breve sale de su boca. Se desploma. Ella sigue allí, viéndolo quieto al final del precipicio.
La Parca caprichosa, hoy tampoco quiere tomar con ella café. 

                                                                                                            Alicia  Fdez.


"Lo que me gusta es escribir y cuando termino es como cuando uno se va dejando resbalar de lado. Después del goce, viene el sueño y al otro día ya hay otras cosas que te golpean en la ventana. Escribir es eso, abrir los postigos y que entren."


                                                                                               Julio Cortazar